¡Hay que
joderse! Es increíble enterarse (por los medios de comunicación) de a quienes
tenemos dirigiendo los equipos de personas y ostentando la Dirección del Grupo
en ésta casa.
Esas gentes que
tanto nos exigen a los/as trabajadores/as para que aportemos lo mejor de
nosotros/as y así poder dar una “excelente” imagen del Grupo Volkswagen, a la
vez de ofrecer a nuestros clientes un producto fiable con las máximas garantías
tanto de seguridad y confort como de respeto con la Legislación Internacional
respecto al cuidado y la conservación del Medio Ambiente.
Esas gentes a
quienes se les llena la boca (y los bolsillos) en discursos grandilocuentes,
ensalzando las bonanzas del producto que ofrecemos y que caracterizan la
profesionalidad de quienes los fabrican, así como aleccionando al “mundo” sobre
su responsabilidad y ética tanto empresariales como personales.
Esas gentes que
se permiten darnos ejemplo de
comportamiento y lecciones de buenas prácticas de los que nutrirnos para de esa
forma transmitir un mensaje al “mundo” de fiabilidad en nuestro producto. De
compromiso absoluto con la confianza mostrada por los clientes al elegir
nuestra Marca.
Esas gentes, que
después de inculcarnos todos esos valores como filosofía del Grupo, tienen
comportamientos que nada tienen que ver con lo que nos han dicho que son, ni
con los valores que nos han vendido. Que se permiten saltarse todos los límites
establecidos, como si estuvieran por encima del bien y del mal, con el único
objetivo de ver aumentar su negocio y sus beneficios.
Esas gentes que,
con un desprecio indescriptible, no tienen ningún reparo en saltarse las Leyes
Medioambientales y con ello poner en riesgo la calidad de vida de toda la
ciudadanía y contribuir a acelerar la destrucción del planeta. Que no tienen
ningún reparo en estafar a los clientes que han depositado su confianza en
nuestro producto, basándose en una publicidad engañosa, incierta o FALSA.
Esas gentes que
en su gestión, como cargos de responsabilidad dentro del Grupo, no dudan en
utilizar sucias artimañas para vendernos que son algo que no son, que tienen
inquietudes que nunca han tenido o que tienen un sentido de la responsabilidad
por encima del resto de los mortales (suponemos que todo esto entra dentro de
la estrategia para justificar los multimillonarios sueldos que se llevan).
Esas gentes que,
para mantener sus cargos de poder y justificar su “trabajo” lucrándose con ello, no tienen reparo en
tomar decisiones y llevar a cabo actuaciones que suponen poner en entredicho la
credibilidad y viabilidad de una multinacional como Volkswagen y en riesgo los
puestos de trabajo de los casi 600.000 empleados/as de la Marca.
Pues si
compañeros/as, esas gentes son quienes nos dirigen, quienes toman las
decisiones, quienes se permiten elaborar y redactar documentos de obligado
cumplimiento para todos/as los/as empleados/as de Volkswagen (bueno…. para
todos/as no, está claro que ellos/as están al margen) como el Código de
Conducta o la Carta de Relaciones Laborales de Volkswagen.
El siguiente
párrafo forma parte del Código de Conducta que nos dieron a los/as empleados
como ejemplo de responsabilidad.
PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE
Nosotros desarrollamos,
producimos y distribuimos vehículos en todo el mundo para asegurar la movilidad
individual. Nos responsabilizamos de mejorar de forma continua la
compatibilidad medioambiental de nuestros productos para reducir el desgaste de
los recursos naturales desde una perspectiva económica. Por este motivo
ofrecemos, en todo el mundo, tecnologías avanzadas y eficientes desde el punto
de vista medioambiental y las aplicamos en todo el ciclo vital de nuestros
productos. En todos nuestros centros colaboramos con la sociedad y las
administraciones en el diseño de un desarrollo positivo social y sostenible
ecológicamente. Todos los trabajadores debemos utilizar los recursos naturales
de forma adecuada y racional y asegurarnos de que nuestras actuaciones tengan
el menor impacto posible en el Medio Ambiente.
La dimisión de
Martin Winterkorn, como Delegado Consejero del Consejo de Administración, no es
sino un intento o un simulacro de aparentar que se están depurando
responsabilidades. De que el resto de la Dirección no estaba al tanto de las
prácticas fraudulentas que se estaban llevando a cabo y que a partir de ahora
(una vez quitada la manzana podrida del cesto) vamos a volver a ser lo que
éramos…
Desde CGT,
esperamos que éste movimiento para lavar la imagen de la Marca no sea el único.
Que se depuren responsabilidades en todos y cada uno de los Departamentos y
Áreas implicadas en éste engaño/fraude/estafa que ha supuesto la publicidad
falsa utilizada para acceder a clientes que sí tienen un compromiso claro y
responsable con las emisiones de gases invernadero, que están matando nuestro
planeta, motivo por el que apostaron por nuestro producto al anunciar que era respetuoso
con el Medio Ambiente y a quienes se ha causado un daño moral irreparable.
Esto nos pasará
factura, más pronto que tarde, con una más que posible retirada de confianza en
nuestro producto, lo que conllevará una bajada de producciones a nivel mundial.
Esta bajada de producciones, evidentemente, irá acompañada de una
reestructuración de las plantas de producción, de un excedente de personal, de
un reajuste económico que se traducirá en congelación y/o bajada de salarios,
apriete a los proveedores, aplazamiento de las inversiones y con ello pérdida
de competitividad, etc…
Todo ello debido
al indecente e imperdonable comportamiento de una parte de quienes nos dirigen,
quienes se retirarán de sus puestos (vía dimisiones, ya que en determinados
puestos queda feo decir que se les ha echado) con unas indemnizaciones
millonarias (en el caso de Winterkorn 28,5 millones de pensión de jubilación
acumulada, más 31,8 millones de indemnización correspondiente a dos años de
salario, 60,3 millones en total) que les permitan vivir el resto de sus vidas
de manera más que holgada. Mientras tanto quienes trabajamos cada día en la
empresa aportando lo mejor de nosotros/as, sacrificando nuestra salud y nuestra
vida social y familiar en beneficio de la empresa, por unos salarios míseros
que no nos permiten llegar a fin de mes, veremos como nuestro puesto de trabajo
y por tanto nuestro futuro penden de un fino hilo.
Por lo tanto
compañeros/as, iros preparando para encarar las amenazas y chantajes que en
breve van a llegar por parte de la multinacional. Amenazas en forma de
aplazamiento de las inversiones, de reajuste y reparto de producciones, etc…
para que seamos comprensivos con la situación tan crítica que atraviesa la
Compañía, colaboremos con la recuperación de la imagen y prestigio perdidos y nos apretemos el cinturón, o como dice el Sr. B. Osterloh Presidente
del Comité Mundial y por tanto representante de todos los trabajadores del
Grupo a nivel mundial (dándole ideas a la multinacional para que los/as
trabajadores/as costeemos la multa) “colocarle el turbo a las eficiencias”,
lo que se puede traducir como incremento de ritmos de trabajo y pérdida de
condiciones laborales que tendrán sus consecuencias en el deterioro de nuestra
ya maltrecha salud, etc…
Porque la más
que previsible multa que habrá que afrontar (se habla de 16.200 millones de
euros), más las posibles denuncias de particulares por la estafa de que han
sido objeto, tienen que salir de nuestras espaldas. No creemos que ni el Sr.
Martin Winterkorn, ni ningún otro/a Directivo/a de los/as que están presentando
sus dimisiones estos días vayan a colaborar en éste cometido, pese a ser
quienes tienen sueldos e indemnizaciones desorbitados que se mantendrán pese a
haber abocado a la empresa, con sus más que reprobables comportamientos, malas
actuaciones y desacertadas decisiones, a la situación más crítica de toda su
historia, haciendo tambalear sus cimientos.
Salud
Landaben a 28 de septiembre de 2015