El primer día de trabajo de 2016, entró
en funcionamiento el nuevo tramo de la Línea del taller de Montaje, el
denominado Tramo 3A. Tras muchos meses de padecer las consecuencias de ese inmenso
cajón que nos pusieron para realizar las obras, había cierta expectación, sobre
todo por parte de l@s compañer@s que iban a ser trasladados, por ver lo que se
iban a encontrar. Mucho se había hablado de las inversiones, que llevaban
consigo nuevas bandas de acompañamiento, de mejoras ergonómicas, etc.
Y una vez más, lo que l@s compañer@s se
encontraron, fue un total despropósito al más puro estilo Volkswagen Navarra S.
A., que nos hizo recordar el caótico lanzamiento del A05. En aquella ocasión
nos metieron un golazo con los tiempos, y nos pusieron a rotar para paliar las
penosas condiciones de prácticamente todos los puestos de trabajo.
Aquel primer despropósito les debió
“saber” a poco, y en este nuevo se marcaron como objetivo el comenzar con el
nuevo tramo al 100 %, ya que todo el mundo había recibido la formación en el
anterior tramo 3, sin importarles las modificaciones de las cargas, la mayor
velocidad del tramo nuevo, los nuevos grupos de rotación, que nadie sabía dónde
tenía que ir, etc. Por no reparar, ni tan siquiera repararon que alguna de las
bandas de acompañamiento se movía en sentido contrario, como si se tratara de
una película de Charlot.
Se han llevado a cabo modificaciones de
altimetría que lejos de mejorar el proceso del tramo 3 lo han empeorado,
haciendo que cueste mucho más tiempo el hacer la carga de trabajo, una carga de
trabajo que en muchos casos se ha visto aumentada con operaciones de otras
cargas, y eso sin contar con los 5 coches más que se hacen en el nuevo tramo,
respecto a la situación anterior. La eficiencia que se han cascado est@s
cerebrit@s en base a la saturación de las cargas, en algunos casos imposibles
de realizar, ha sido mayúscula.
Si de algo han dispuesto para poder
hacer las cosas bien, ha sido de espacio. Pues tampoco en esta cuestión han
acertado estas “mentes lúcidas”, ya que a pesar de que se trata de un tramo de
nueva configuración, el hacinamiento de trabajador@s se sigue dando, con las
consiguientes interferencias entre cargas, que ya han dado lugar a diferentes
roces entre compañer@s.
Y qué decir de las rotaciones, con
grupos en los que las distancias a recorrer entre fase y fase son kilométricas
(25 tactos en algún caso), más pensados para Usain Bolt, Assafa Powell, etc.
En la conformación de dichos grupos de rotaciones,
tampoco se ha tenido en cuenta a los trabajadores especialmente sensibles, a
quienes se les abre a partir de ahora un futuro incierto respecto a la
adecuación de las nuevas cargas de trabajo a su estado de salud, por mucho que
el personal del Servicio Médico diga que todo se ha tenido en cuenta. Ya
sabemos cómo han venido trabajando esta cuadrilla hasta ahora. Como para
fiarnos de ell@s.
En el Tramo 1 se han cepillado de un
plumazo 1 puesto por turno ocupados por personal especialmente sensible,
reubicad@s sin problemas, que irán a parar al supermercado de la Línea de
puertas en Motores, a puestos a los que el Servicio Médico no tiene la certeza
de si serán compatibles con sus patologías, y con las operaciones de esa carga
eliminada, saturan aún más otras cargas del taller…
Podríamos seguir llenando párrafos y
hojas sobre las deficiencias detectadas, y de las situaciones que se han dado.
Una vez más, la Empresa no ha estado a la altura, y quienes estamos dando
salida y solución a este despropósito, somos nuevamente l@s trabajador@s, que
en definitiva somos quienes sufrimos las consecuencias. L@s trabajador@s se
encontraron con que el proceso de realización de las nuevas cargas que
aprendieron, en muchos casos no sirve en este nuevo tramo. Empezaron como
ciegos intentando ver, algo imposible, y ante las quejas, la empresa lo único
que hace es improvisar mediante una horda de personal de bata azul donde no hay
ningún tipo de criterio único, para tratar de poner parches y que las
producciones diarias salgan.
Lo único que podemos señalar como
positivo de este desaguisado, es la iluminación, algo que por otro lado no es
de extrañar, con tantos “iluminados” transitando estos días por las cadenas.
Dijeron que este nuevo tramo se iba a
llevar a cabo bajo los estándares de Wolfsburg. Lo que hemos podido ver es que
los estándares que han tenido en cuenta están mucho más cercanos a los de los
campos de trabajo de los primeros tiempos de Volkswagen durante el Tercer Reich,
que a los de una fábrica del siglo XXI con futuro.
Con
ello y una vez más, la Empresa está mostrando su desprecio más absoluto por la
seguridad y la salud de sus trabajador@s. Han tenido en cuenta todo lo necesario
para producir, no han faltado los pulpos para el aumento del circulante de
carrocerías, sin embargo, no han tenido
en cuenta las fuentes para beber. El líquido lavaojos se colocó 5 días después
de la puesta en marcha, tras la denuncia de CGT, y lo que es más grave, no hay
protectores de aleta para todas las carrocerías, lo que hace que estemos
expuestos a las “astas del Polo”, a pesar de los numerosos accidentes
producidos por las mismas y de las numerosas resoluciones y sanciones de la
Inspección de Trabajo y Seguridad Social.
Y
como ya teníamos todos los ingredientes, el accidente no ha tardado en
aparecer. Lo que decíamos, el más absoluto desprecio hacia nuestra seguridad y
nuestra salud.
Todo el mundo se ha paseado durante
estos días para ver el tramo 3A. Sindicalistas de todos los Sindicatos, incluso
las Comisiones de Delegados de Prevención y de Productividad pudieron recoger
las impresiones de l@s trabajador@s in situ, tras la solicitud de CGT.
Hasta el mismísimo Director de la
planta, Emilio Sáenz, seguido de un séquito de lame caramelos y come polos, se dio
un paseo por este nuevo tramo, previamente limpiado por un destacamento de
mandos, jefes y una brigada de personal de ISN a quienes se les habría obligado
a desatender sus obligaciones en otras dependencias, todo ello, con motivo de
la ocasión.
Desde CGT, esperamos que esta visita del
Director, en la que pudo tomar nota de cuestiones como la referida falta de
protección de las puntas de las aletas, sirva para algo más que para la
habitual hipocresía de esta fábrica, en la que las pautas de limpieza sólo se cumplen
cuando hay alguna visita.
Por lo demás, y como venimos repitiendo,
porque a la vista está, l@s trabajador@s les importamos una mierda. Sin
voluntad y sentido común no se puede hacer Prevención, y Volkswagen Navarra S.
A. no quiere tener, ni la una, ni lo otro.
SALUD Landaben, 25 de enero de 2016